O posiblemente creen que tienen más nivel que yo para estar
en el San Fernando. Y es difícil lucha contra eso.
-La relación
con la plantilla ha sido muy complicada.
-Ha habido momentos feos y complicados que se quedan ahí
entre ellos y nosotros. Pero a la vez tengo muy claro que
mientras he sido entrenador del San Fernando he dormido
todas las noches muy bien.
-¿Ha sido
entonces un calvario su estancia en el San Fernando?
-En ningún momento ha habido química entre los jugadores y
yo. Eso es lo cierto.
-¿Cuando te
diste cuenta de ese distanciamiento?
-En la pretemporada ya hubo un toque importante como fue el
partido en Gerena. Ahí nos dimos cuenta que esto podía
pasar. Y nunca he entendido como el equipo era capaz de dar
una imagen un miércoles y otra bien distinta el domingo en
la Liga, cuando eran los mismos jugadores y había las mismas
consignas.
-Te refieres
al partidazo con el Tudelano y la debacle tres días después
en Málaga.
-Era una situación inexplicable.
-¿Crees que
los jugadores te han hecho la cama?
-No quiero pensarlo, pero hay muchos condicionantes que te
llevan a pensar que ha sido así. He vivido sensaciones en el
banquillo que jamás había tenido. Y me he dado cuenta que
para un entrenador de La Isla es muy difícil entrenar al San
Fernando.
-El
entrenador que puede venir se lo pensará si lees tus
declaraciones.
-Si es de San Fernando posiblemente lo tenga complicado. Y
es que el fútbol es un cúmulo de situaciones que te llevan a
esta situación. Creía que era un buen momento para entrenar
al equipo de mi tierra, pero el fútbol me ha demostrado que
no era así.
-¿Se te
cierra las puertas del San Fernando para un futuro?
-Creo que sí, que para mí el San Fernando queda zanjado
porque ahora mismo hay una herida grande por todo entre el
club y yo. Le deseo que gane siempre porque es mi club, pero
no creo que haya opciones de que pueda estar ligado de nuevo
en un futuro.
-Llegaste con
una gran ilusión en verano, pero la etapa ha sido efímera.
-Posiblemente eso me ha cegado porque el fútbol te demuestra
que hay poco corazón. Yo puse más del que debía haber puesto
y al final me ha hecho daño.
-El
presidente Daniel Luna no ha estado en tu despedida.
-Tiene su grupo de trabajo y entiende que otras personas
tenían que llevar la negociación. Eso sí, me hubiera gustado
despedirme igual que cuando fiché, en el estadio, pero el
presidente me ha impedido que estuviera en la rueda de
prensa de Canito y lo acepto.
-Has tenido
más apoyo de gente de Cádiz que de San Fernando.
-Realmente es así. Tengo más de 200 tweets, incluso
de los Brigadas Amarillas, brindándome su apoyo y lo veo
normal después de tantos años en Cádiz. Pero con la afición
de San Fernando, la que quiere que esto funcione
verdaderamente, no tengo ningún problema, aunque también he
escuchado cosas feísimas contra mi persona en nuestro
estadio. Creo que la gente debe ser más sensata cuando va al
fútbol porque no creo que la gente se merezca esos
calificativos y menos un vecino de San Fernando.
-Cuando
llegues a casa, ¿cómo te vas a encontrar?
-Muy tranquilo. Voy a seguir ligado al fútbol porque tengo
proyectos a la vista. Esta experiencia me va a servir para
crecer porque dicen que para llegar a la elite debes tener
al menos un cese. Yo pensaba que nunca me iba a llegar, pero
ya sé lo que es, aunque nunca esperaba que fuera aquí en el
San Fernando.
-Quiere
añadir algo.
-Quiero darle mi agradecimiento a la gente del club que ha
estado a mi lado. Al cuadro técnico, que está formado por
personas muy válidas, a la gente de la directiva que
le cuesta mucho el día a día y a la afición, a la que pido
que apoye al equipo, y también a un grupo de futbolistas
como Valle, Zamora, Gasca, Ocaña, Juanje, Germán y Jorge Herrero,
que me han demostrado que son unos verdaderos tíos. Se han
partido el alma para que este equipo funcione, algunos de
ellos porque son de San Fernando y lo sienten más y el resto
porque tienen un compromiso grande con este club. |