El Balonmano San Fernando-Habitalia cosechó otra derrota en casa al perder con el PAN Moguer (13-19), en un encuentro donde los isleños naufragaron en ataque y dejaron ir dos valiosos puntos del pabellón de Bahía Sur. Los jugadores de Michel Mikhaelides estuvieron totalmente negados de cara al marco visitante, donde su portero Garrido fue el gran artífice de la victoria de su equipo.

Ambos conjuntos empezaron el choque con pocas ideas en ataque y con claro predominio de los sistemas defensivos; los locales con más profundidad en su zaga y los moguereños con un cerrado 6:0. Los errores en ataque y las pérdidas de balón de ambos equipos condicionaban un marcador con poco movimiento y con ventajas mínimas para los visitantes, 2-4 en el minuto 15.

Los isleños se defendían bien, aunque había problemas para frenar a Medina que llevaba todo el peso de su equipo en ataque, pero a la hora de encarar el marco rival el juego era espeso y con pocas ideas, y cuando se conseguía una buena posición de lanzamiento la mayoría de las veces se estrellaban con el portero visitante. Con un escueto marcador de 4-7 se llegó al descanso.

En el segundo periodo el Habitalia salió con otra cara; el balón se movía con más velocidad y criterio en ataque y sobre todo se veía puerta con más facilidad. El marcado llegó a estrecharse hasta tener una desventaja mínima para los isleños, 7-8, pero este periodo de buen juego pronto se diluyó y se volvió a repetir la película del primer tiempo: con precipitaciones, con juego muy estático en ataque y con errores de lanzamiento sobre todo por las posiciones de extremo.

Los moguereños, sin hacer nada del otro mundo y apoyados sobre todo por el acierto de su guardameta, volvieron a dar un estirón en el marcador, adquiriendo ventajas de 4 y 5 goles. Con este marcador favorable los visitantes se dedicaron en el último cuarto a mantener la ventaja sobre la pista, ralentizando el juego y cortando cualquier reacción por parte local.

El filial del BM San Fernando se desplomó tras el descanso ante el Gades

El senior B del Balonmano San Fernando sufrió una fuerte derrota en el derbi gaditano, que le enfrentó el pasado domingo al Gades en el pabellón de Bahía Sur (19-27) y donde el equipo gaditano se mostró superior y supo aprovechar perfectamente los errores de su rival para llevarse la victoria.

Excepto los primeros minuto, donde hubo más igualdad, los gaditanos estuvieron mejor asentados sobre la cancha y sobre todo cometieron menos errores. Pronto se pusieron por delante los visitantes y los isleños tuvieron que remar a contracorriente, lo que provocaba precipitaciones y pérdidas de balón. A pesar de estos errores el Habitalia no le perdía la cara al encuentro y siempre se mantenía cerca en el luminoso).

Todo el primer periodo se mantuvo en esta dinámica, los gaditanos trabajando bien en defensa y aprovechando las pérdidas de los locales para lanzar rápidas transiciones. Los isleños subieron el nivel su juego y se marcharon al descanso con solo 2 goles abajo (12-14).

El segundo periodo comenzó con los capitalinos jugando en inferioridad, con dos jugadores menos, pero esta circunstancia no fue aprovechada por los locales, que además encajaron un parcial de 0-2. Esta circunstancia provocó un rápido tiempo muerto de Carlos Moríñigo, para evitar que el partido se rompiera. Este tiempo muerto no solucionó nada y los locales siguieron dando muchas facilidades en defensa y además en ataque se jugó muy individualista y con excesivas precipitaciones.

El Gades cogió un colchón de 5 goles (14-19 en el minuto 45), que supieron administrar muy bien. A partir de aquí el encuentro se afeó mucho, con exclusiones para un equipo y otro y con un juego embarullado.

De este juego poco vistoso y muy trabado con numerosas interrupciones, los gaditanos supieron sacar mejor provecho que los locales, ralentizando sus ataques, provocando muchas faltas y teniendo el balón más tiempo en su poder. Los isleños no supieron sacar tajada de este juego y en ataque solamente destacaron las acciones individuales de Correro y Gavandé en los últimos minutos