El
Granada B se reencontró con la victoria, cinco jornadas después, al
imponerse al San Fernando Club Deportivo en Armilla (2-1) y, de ese
modo, rompía la excelente trayectoria que llevaba el equipo isleño,
que llegaba a este encuentro en séptima posición y con un importante
bagaje de 10 de los 12 últimos puntos.
Después de una soporífera primera mitad, en la que ninguno de los
dos equipos dio un paso adelante para irse al descanso por delante
en el marcador, llegó la ansiada reacción del Granada B, con un par
de golpes en el inicio de la segunda parte que hirieron de muerte al
San Fernando, que vendió muy cara de su derrota y que hizo méritos
más que suficientes como para haber sacado al menos un punto en
Armilla.
La primera mitad pasó sin
pena ni gloria
El choque comenzó sin grandes florituras. Ambos equipos se
estudiaban y velaban armas para sacarlas a relucir con el avance de
los minutos. Alguna tímida llegada era lo más destacado de un
partido al que el filial pareció cogerle algo más el pulso llegado
al primer cuarto de hora. Sin acciones demasiado comprometidas para
la escuadra isleña llegaba algún balón al área azulona. La más
peligrosa estuvo en las botas de Luis Suárez que, tras abrirse paso
entre la zaga, disparó muy desviado.
El cuadro visitante procuró no dejarse intimidar para que su enemigo
no se le subiera a las barbas y, con alguna acción a balón parado y
colgado al área, también disfrutaba de presencia ofensiva. Sin
embargo, el juego no estaba tan movido como para llevar jugadas que
inquietaran con seriedad el arco de cada oponente.
Con semejante panorama solo los errores podían impedir que ambos
metas se fueran con los deberes hechos a la caseta. Una pérdida de
Galindo en campo isleño permitió la recuperación de Luis Suárez, que
enfiló con gran velocidad la portería de Salva, pero el ariete
careció de colocación en su disparo y envío el cuero sobre el cuerpo
del arquero azulino. Los rojiblancos colgaron un balón sobre el area
chica, en el que no entendieron ni zaga ni el propio guardameta, y
ello estuvo a punto de costar un disgusto al equipo de Antonio
Méndez.
Dos mazazos del filial en
el inicio de la segunda parte
El paso por vestuarios no refrescó ideas y la inercia de hecatombe
futbolera parecía inevitable. Ambos equipos se contentaban con ese
juego en el que ningún equipo sufría. Sólo a balón parado consiguió
romperse la debacle en la que estaba sumido el enfrentamiento entre
nazaríes e isleños.
En el minuto 54 llegó el 1-0. Un córner botado desde el costado
zurdo lo prolongó un jugador granadinista y lo tocó, en última
instancia, con la testa Sulayman para poner el 1-0. No podía tener
un mejor premio y regreso a los terrenos de juego el centrocampista
rojiblanco, que conseguía abrir la lata.
Acto seguido, Carralero galopó por la banda marchándose sin
demasiada oposición para ganar la línea de fondo y meter un centro,
al que no llegó ningún rematador. Sin embargo, esa reacción
del San Fernando se vio frenada en seco por el 2-0 del Granada B en
el 56. El desconcierto lo aprovechó mejor el filial para asestar un
nuevo golpe a su dislocado rival y, tras un rechace del guardameta
Salva a lanzamiento de Luis Suárez, el esférico cayó en las botas de
Pol Llonch, que remató tal como venía para aumentar la renta de los
locales.
Los cambios de Méndez
dieron resultado y Edgar recortó distancias, en el minuto 70, para
un San Fernando que se vino arriba y pudo empatar por medio de
Regino
El buen trabajo, al menos defensivo, de los visitantes se desplomó
en tan solo dos minutos y Antonio Méndez comenzó a mover el
banquillo para buscar la reacción. Ali Mallé tuvo la ocasión de
hacer el 3-0, con un disparo cercano a la cruceta desde el vértice
del área.
El San Fernando, con los cambios, ganó enteros en ataque y
tras
varios minutos de superioridad llegó el 2-1 para recortar
diferencias en una nueva indecisión entre el cancerbero y la defensa
nazarí. Un centro de Dani Martínez lo cabeceó Edgar, en el minuto
70, y acercaba al San Fernando en el marcador, para júbilo de la
entregada afición desplazada a tierras granadinas.
El tanto espoleó por completo al San Fernando, que comenzó a sumar
llegadas peligrosas sobre el área local, siendo la más clara un
disparo de Regino que, desde el punto de penalti, no acertó a
colocar el balón entre los tres palos con todo a su favor. Luis
Planagumá le vio las orejas al lobo y quiso frenar la tempestad en
la que se había convertido el cuadro visitante en pos de devolver la
igualdad al marcador, incorporando a Entrena en la línea de
defensiva para dar más empaque a la zaga.
Edgar reclamó un penalti
y Sergio Castillo tuvo el último cartucho
La fórmula pareció surtir efecto ya que el Granada B cortó la
sangría e, incluso, metió el miedo en el cuerpo con un disparo de
Hongla que atajó Salva. Matheus sirvió la bola sobre el área de meta
y Entrena no pudo conectar con el cuero en una ocasión más que
manifiesta para haber cerrado la contienda
El partido comenzó a convertirse en un correcalles y los nervios ya
pasaban factura. Edgar reclamó un penalti aunque el colegiado señaló
la infracción finalmente fuera del área. Sergio Castillo remató el
balón junto al palo en el 83. Sin embargo, el San Fernando no
contaba con claridad ni frescura en sus ideas, aunque es cierto que
nunca le perdió la cara al encuentro, aunque ello no le valió para
llevarse algo positivo de su visita a Granada y ante un filial que
pudo conseguir el triunfo cinco jornadas después
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