A las 18 horas se producía la salida procesional de las
hermandades del San Fernando Club Deportivo, con túnica
azul, y el Club Recreativo Granada, con la blanquirroja
horizontal. Escudero Marín pedía la venia y comenzó el
itinerario de noventa minutos. Los azulinos guiados por la
cruz de guía de Pérez Herrera, que confiaba por tercera
semana consecutiva en los mismos penitentes. El equipo come,
reza y ama como nuestro míster, en alusión a la película de
la Roberts.
"En los primeros quince minutos olía a
incienso del bueno, pero el equipo se anestesió"
Los primeros quince minutos de
recorrido fueron notables. Olía a incienso del bueno. Los
isleños vareaban a los granadinos a la espera de que cayesen
los frutos del gol con sus golpes y movimientos. A los dos
minutos, “que van uno” (con voz de capataz) la primera
ocasión de Carri y a los doce (“que van dos”) el propio
Carri, con su especialidad del chef, casi cocinaba el primer
gol. Un minuto más tarde, otra más clara clarinete, Pablo
Sánchez hacía de lanzadera sobre Pau Franch que le untó
demasiada vaselina en su elevación por encima de Lejárraga
(que tiene nombre de ciclista). Los de Pérez Herrera
proponían; los de David Tenorio resistían las sacudidas. Los
nazarís resistieron dos siglos en el Reino de Granada, ¿no
iban a ser capaces de resistir noventa minutos en la Real
Isla de León?
De repente se anestesió. Un café por
favor. Bajó el ritmo y la intensidad (¡cuánto le gusta estas
dos palabras a nuestro amigo Diego “el Peluquero!). El
colegiado, el Escudero de La Mancha, convirtió una falta de
Bruno Herrero, sin más, en una amarilla. No es una tarjeta
más, pues le impedirá estar la próxima semana en Don Benito.
Antes del descanso jugada coral que delineaban
Bruno-Pedro-Gabi, pero el remate con el capirote de Carri se
perdía en el horizonte. Así se llegó al refrigerio.
"Todos
esperábamos al San Fernando con una marcha más en la segunda
parte"
Creo que no me equivoco al pensar que, en la segunda mitad,
todos esperábamos un San Fernando con otra marcha más, con
más amperios, pero sólo tuvo chispazos. La inteligente
afición isleña vio que debía dar un paso (sin
palio) adelante, haciendo de cargaores y al mismo
tiempo de banda de música. Aumentó decibelios y animó con
más intensidad que nunca.
El “alquimista” José Herrera comenzó a
probar otras alternativas. “¿Y si saco a Manu Ramírez por
Bruno Herrero? Venga”. David Tenorio dijo: “pues yo no voy a
ser menos. Quito a Caio Emerson y meto a Adri Rivas.” Se
abría la veda de los cambios. Adri Rivas poco después
provocó el pánico en una carrera (no oficial) en la que le
faltó la puntería afortunadamente.
"Arreón
final, pero llegó la flagelación con la roja a Pedro Ríos"
Quince minutos para el final. Arreón isleño de los buenos.
Un rosario … de ocasiones. Carri de libre directo con su
golpeo favorito; derechazo de Nano Cavilla; control y enorme
disparo de Jacobo; se le iba arriba a Pedro Ríos; Joselu de
cabeza; Pau la mandaba arriba de la Iglesia; y alguna más.
Cuando parecía que todo iba viento en popa a todo cirio,
llegaba la flagelación con la roja directa a Pedro Ríos que,
enseguida, se arrepintió de su pecado. Aun así, la última
ocasión estuvo a balón parado en las botas de Manu Ramírez
en libre directo. Ya con el cartel de final puesto, se
acercaba Rubén Gálvez al árbitro y segunda roja directa.
¿Qué pasó? ¡Ay, las pulsaciones!!
A las 19.45 se recogían las dos hermandades. Un punto para
cada uno. El San Fernando ya suma 57 puntos y ya es la mejor
cifra del equipo en 2ª B. Aquí no hay penitencia que valga,
aquí solo hay motivos infinitos para la felicidad. A Don
Benito iremos sin Rubén, Pedro y Bruno. ¿Y qué?
Querido amigo azulino, sonría usted y, por favor, vuelva.
Queda lo mejor. No se arrepentirá en la vida".
La
galería contiene 30 fotos del partido San Fernando
CD-Recreativo Granada
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