Para
campeones los equipos del Águila prebenjamín y el San
Fernando CD que fueron obsequiados con el pasillo que les
acredita como tal. ¡Enhorabuena chicos! Luego, como diría
Joaquín Prat, a jugaaaar.
Masegosa devolvió titularidad a Camacho, Gabi y Tati,
mientras Chapi seguía en el once tras salir fortalecido de
El Mirador. Buen aspecto y colorido en las gradas, dado que
la afición está sabiendo responder a las iniciativas de la
junta directiva. Enfrente el Guadalcacín, hoy día el mejor
equipo de los Jereles. La pedanía al poder. Comandados por
su general Diego Galiano, llegaban los exazulinos Adrián
Martín y Joselito Vega. Además la cara conocida del, en su
momento, ansiado Juanito Rosillo.
Los de
Masegosa jugaron la primera parte como si tuvieran un equipo
de alta fidelidad en sus manos. Ahora le doy al play
y juego, ahora al pause y ralentizo. Según qué botón
pulsara en cada momento, te podía gustar más o menos.
Momentos de play se tradujeron en llegadas, ocasiones y
remates, como los de José Mari, Carlitos o (la mejor de
todas) el remate al travesaño de Gabi. Más madera, como
decían los hermanos Marx.
Momentos de pause provocaban jugadas demasiado horizontales,
algo de parsimonia, exceso de toques y sin saltarse líneas
de pase. Los de Ismael Pérez demostraron ser un equipo bien
trabajado, ordenado y posicionado, que venía con la tarea de
la permanencia hecha, como un buen alumno. Si a eso, le
añadimos la motivación extra de su primera visita en partido
oficial ante el San Fernando en un escenario como el
Iberoamericano, pues ya se puede usted imaginar.
El
segundo acto ya fue otro cantar. Los azulinos sabían que
tenían que regalar una victoria a su afición, como fuese.
El sambenito de “hay que ir fuera para verlo ganar y jugar
bien” había que destrozarlo ya. Decididos en la idea,
fueron al hipermercado del fútbol a comprar un bote de
dinamismo, un tambor de dominio, un kilo de talento, cuarto
y mitad de suerte y un enchufe para conectarse a la
victoria.
Sin
gol, no hay paraíso. El 100% de las veces el que la sigue,
la consigue. Cuando un sector de la grada se mostraba más
impaciente, el otro sector respondía con aplausos. Y de esa
manera, en el 75’ el San Fernando vio que era la hora de
desatar al campeón que lleva dentro y, al son de la música
de dos tenores como Carlitos y Tati, encontraron la música
del gol. El capi Carlitos saca escuadra y cartabón
para trazar un pase milimétrico al espacio que ocupa Tati
Maldonado. La internada y la visión periférica del 9
cañaílla posibilita que eluda la salida del meta Pablo y que
Jorge Herrero la clave en la red.
Con
gol, sí hay paraíso. Llegó el momento de cantar. Orgullo
Isleño hizo de DJ animador, puso la música y la coreografía
para que tanto Preferencia como Tribuna cantasen. Mientras,
se malograron ocasiones como las del lebrijano Jesús y el
isleño Ñoño.
Cuando el colegiado Gómez Peláez
señaló el final del partido, el San Fernando rompía ese
maleficio transitorio de no ganar en casa desde el 21 de
marzo. Quedan Écija y La Palma. Nos basta una victoria para
ser segundo. Luego llegará lo bueno. Aunque lo bueno se está
haciendo de esperar.
Termino la contracrónica soñando con una plaza que tiene un
caballo con un marqués, con mucho color azulino y
aficionados bañándose. ¿Qué será?". |