"Superado
el primer tercio del Campeonato de Liga y con
cifras de final de la primera vuelta, nueva
función futbolística entre azulinos y albinegros.
Duelo provincial de felices dinámicas, duelo no
al sol, sino a las nubes, duelo de “Zamoras”
(Rubén Gálvez y Javi Montoya) y con
duelo terminó por la derrota final que rompió
los inmejorables números de los pupilos de José
Herrera, que murieron con las botas puestas.
Nos levantamos el domingo sacando la cabeza por
la ventana, mirando al cielo y ojeando apps del
tiempo. Media hora antes de empezar tormentazo
que fue amainando conforme iba llegando las
cinco de la tarde. Las propias nubes negras ya
hacían presagiar que algo no saldría bien.
El talón de aquiles fue la falta de acierto
A pesar del mal tiempo, bastantes marineros
enrolados remando para que la nave azulina
llegue al puerto de la permanencia en Segunda B.
La mayoría de ellos viven en el barco; algunos
se subieron. Lo merece la tripulación que
capitanea el comandante Pérez Herrera.
El técnico azulino introdujo las novedades de
Raúl Palma y Pablo Sánchez. La guardia
pretoriana en defensa, jerarquía en el centro
del campo y arriba la “pelantera”, con
los Picapiedra en banda, Pedro y Pablo. En la
Balona del barcelonés Jordi Roger, la
verticalidad y desborde en banda de Juampe y
Gato, la calidad de Pirulo, la sobriedad en
defensa y portería, más el eterno Ismael Chico
en el centro del campo, siendo el capitán ya el
jugador que más veces ha vestido la elástica de
la Balona en 2ª B.
Comienza el combate futbolístico. Alea iacta
est. El Club Deportivo dominaba gran fase de
los primeros cuarenta y cinco minutos. Bien
organizado, se apoderaba del balón y buscaba las
cosquillas de la Balona. Los de la Isla
llegaban, centraban, pero no había acierto en el
remate. Fue su talón de Aquiles en los noventa
minutos.
Llamaron a la puerta del gol Pedro Ríos, Pau
Franch, Carri (como el cartero, que siempre
llama dos veces), pero el remate era blando, o
salía desviado, o simplemente no aparecía nadie.
Justo cuando salía el sol como espectador
cotizado, los locales controlaban el choque y
todos pensábamos que el gol llegaría.
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José Herrera y Jordi Roger, técnico catalán de
la Balona, bromean poco antes del inicio del
partido.
Pierre Cornud evitó el empate isleño con este
despeje.
Nono Olvera, en su etapa de jugador de la Balona,
coincidió con Pepe, el masajista el equipo
linense.
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