El Balonmano San Fernando-Tempul Motor no pudo conseguir nada positivo en Moguer (22-15) en el último partido de Liga en la Segunda Nacional, y donde sólo se jugaba la honrilla de los puntos en juego después de que hace varias jornadas consiguiera amarrar la permanencia en la categoría y donde acaba sexto.

Empezaron bien los jugadores de Michel Mikhaelides, con mucha sobriedad en defensa, sin dar ningún tipo de facilidades y con un 6:0 muy sólido. En ataque se movía bien el balón, pero a la hora de definir no estaban acertados y fallaban lanzamientos muy claros. En Moguer seguía la misma hoja de ruta que su rival, seguro y contundente en defensa y poco resolutivo en ataque, lo que propiciaba poco movimiento en el marcador.

El ritmo del encuentro era lento y cansino, con pocos contrataques y con ambos equipos procurando no tener pérdidas absurdas de balón en ataque. El choque se mostraba muy igualado y ninguno de los dos conjuntos conseguía llevar la manija del partido, aunque los locales estuvieron más acertados en los minutos finales y se marchaban al descanso con una renta de dos goles (9-7).

El descanso le vino mal al equipo isleño, que saltó a la cancha muy desconocido, muy flojo en defensa e  inoperante en ataque. Los isleños perdieron su sitio en la cancha y varias pérdidas de balón y errores en los lanzamientos, propiciaron un parcial de 7-2 que  dejó muy tocado a los rojillos. Con una cómoda renta de seis goles (17-11, minuto 40), el equipo moguereño jugó muy tranquilo y sin bajar su intensidad defensiva.

Los isleños tuvieron que jugar a contrarreloj y, aunque el sistema defensivo volvió a recuperar su intensidad, en ataque no hilaban finos y los lanzamientos desde los extremos, donde los locales daban más opciones, no estaban acertados, provocando que la diferencia en el luminoso no variara.

Los minutos finales no ofrecieron nada nuevo, los onubenses controlando el ritmo del partido y el Tempul Motor amagando pero sin materializar sus opciones cara a la portería del PAN Moguer.