Jaime Bugatto: "El ascenso a División de Honor Andaluza ha sido, sin duda, el mejor momento de mi carrera deportiva"

-Jaime, bienvenido a Informe Deportivo. Tienes sólo 29 años y desde los 25 estás en los banquillos como entrenador porque tuviste muy mala suerte con las lesiones en una etapa en la que podías romper como futbolista en el Sevilla FC.

-Las lesiones son un componente muy importante para los deportistas y más para los de alto rendimiento y, la verdad sea dicha Gaby, no me gusta achacar el tema a la mala suerte. Al final, por lo que fuera, no tenía las condiciones necesarias para ser futbolista porque tuve muchas lesiones tras la exigencia que teníamos en una cantera de élite como la del Sevilla.

-Vamos a irnos al principio. Empiezas a jugar al fútbol en el Liceo, donde estudiaste, con Juan Molero en el equipo prebenjamín del colegio.

-Así es. Empecé en el Liceo a jugar con mis amigos, con los que guardo todavía una gran amistad, ya que quedamos y recordamos anécdotas de entonces. Son Lolo Cocerria, David Molero, Pablo Pérez, Guillermo Anelo, Alejandro Oneto... Con ellos empecé a dar mis primeros pasos en el mundillo del fútbol.

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-El San Fernando no tenía entonces cantera y pasas a formar parte del San Fernando Unión Deportiva, que se fusiona y se convierte en el Unión Sporting, que es la estructura de cantera que compra el San Fernando CD a Juan Rojas tras la desaparición en 2009.

-Efectivamente Gaby. Yo empecé en el Liceo como cualquier chaval, jugando con los amigos y disfrutaba muchísimo, pero la verdad es que se me daba bien. Sin embargo, la dirección del Liceo decide que no haya más equipos federados y desaparece la estructura a nivel de fútbol en el colegio. Entonces me fuí al San Fernando Unión Deportiva, de la mano de Antonio Galiano, y me llevé a Lolo Cocerria, que estuvo mucho tiempo en la cantera del San Fernando CD y siempre me dice que fue gracias a mí.

-Luego llegas al Cádiz CF.

-En mi segundo año de infantil ficho por el Cádiz CF para jugar en la Primera Andaluza y allí estuve dos años. Entonces jugaba arriba, de delantero y extremo, seguramente porque era el que estaba más capacitado para hacer goles de aquel grupo. En el Cádiz CF hice varios goles, pero había compañeros con mucho nivel y físicamente yo tenía mucha capacidad, lo que hizo que poco a poco fueran retrasando mi posición en el campo. Empecé a jugar de mediocentro junto a Álvaro Galindo y Pepe Carmona, que jugaron en el primer equipo del San Fernando, y Antonio Cintas. Estaba rodeado de buenos jugadores y que han tenido una buena trayectoria a nivel futbolístico. En mi primer año de cadete también jugué con el equipo A de Primera Andaluza e hice una buena temporada.

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-Fichas por el Sevilla FC con 15 años, en tu segundo año de cadete y allí terminas de despegar.

-En el Sevilla FC disfruté, aprendí y me eduqué futbolísticamente, con los valores que aunan la cantera en todos los aspectos, no sólo a nivel futbolístico. Estuve en una residencia junto a otros compañeros, donde compartíamos el día a día ya que íbamos juntos al instituto, aunque unos estudiaban más que otros (risas), y también a los entrenamientos en furgoneta.

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-En el Sevilla te formaste como futbolista y como persona.

-Totalmente. Aparte de la educación que me dieron mis padres y los valores que me inculcaron, el Sevilla supo potenciar ese aspecto.

-Tu primer contratiempo en forma de lesión llega siendo juvenil del Sevilla FC.

-En mi último año de cadete me salió una buena temporada, aunque es cierto que no ganamos el título de Liga ni la Copa de Andalucía, que se llevó el Betis, y que es el objetivo principal en esas edades. Aquello me permitió pasar al juvenil de Liga Nacional, que no era fácil entonces, aunque ahora si ves a chavales con 15 años jugando en el juvenil A o incluso en el Sevilla Atlético.

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De aquella plantilla cadete, dos jugadores fueron al juvenil A y tres al juvenil B, uno de ellos yo. Me llegó la lesión Justo cuando mejor estaba y tenía más minutos en el juvenil de Liga Nacional, e incluso entrené algunas veces con el primer equipo porque Marcelino, que era entonces el entrenador, o bien su cuadro técnico, me reclamó varias veces. Y en uno de esos entrenos hice una entrada, se me quedaron los tacos clavados en la hierba y desde el primer momento se escuchó el ruido y no podía seguir. Aquella fue mi primera lesión grave con 16 años.

Estuve 7 u 8 meses inactivo porque era la primera operación y los médicos decían que, con 16 años que tenía, no querían frenar el crecimiento de los huesos. Me hicieron varias pruebas para ver el rango de crecimiento que me quedaba y ello hizo que la operación se demorara y también la recuperación.

Ese año lo pasé en blanco. Me lesioné en septiembre o en octubre y no me operaron hasta el 28 de diciembre de 2011. Fue la inocentada que me gastaron y la tengo grabada aqui (se señala la cabeza). En el 2012 me volqué en la recuperación para volver al 100% en la siguiente temporada. Aquello me ayudó muchísimo y, en cierto modo, hoy me dedico a entrenar porque adquieres una madurez, o una cierta manera de ver el fútbol desde otro lado ajeno a los terrenos de juego.

-Hace ahora 11 años te incorporas al Sevilla C en Tercera. En la temporada 14-15 eras titular indiscutible y disputaste 35 partidos. Uno de ellos fue ante el San Fernando CD en Bahía Sur, donde luciste el brazalete de capitán, y os cayó una goleada por 4-0. (Le mostramos en pantalla la foto del Sevilla C de aquel partido en San Fernando y donde vistieron de amarillo).

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-Ahí están agachados Luis Pérez, que está en el Valladolid, y Raúl Navarro, que es jugador del Burgos. También están Carrascal, que jugó luego en el Sanluqueño, Sillero se encuentra en el Guijuelo y Victor Mena se ha enfrentado al San Fernando CD con La Unión.

-Esa camiseta amarilla no os trajo nada de suerte.

-Ese partido lo perdimos 4-0 en Bahía Sur. Estaba claro. No sé cómo se le ocurrió al Sevilla venir de amarillo a San Fernando (risas).

-Aquel San Fernando CD contaba con Ñoño, Tati Maldonado, Carlitos, Dani Martínez, Jorge Herrero, Álex Granado...

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-Un equipazo que no nos dio ninguna opción.

-Creo que conoces al futbolista del San Fernando con el que peleas por un balón en el partido de la segunda vuelta de la temporada 14-15 en Sevilla. (Le mostramos la foto).

-Me suena mucho....

-Tati Maldonado con el San Fernando CD y tú con el Sevilla C. Y ahora es tu ayudante.

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-Tati era un pedazo de crack como futbolista y también lo es como persona y profesional. Es mucho más que mi ayudante. No es la figura del segundo entrenador. Es el alma del vestuario. Yo soy más nervioso y visceral y Tati es mucho más calmado. Ve las cosas desde un prisma mucho más tranquilo. Es un profesional del fútbol.

-Y menos mal que, tras retirarse en el San Fernando CD, no quería saber nada de los banquillos. En el GE Bazán dio sus primeros pasos.

-Empezó con el tema de la hostelería, pero luego le está gustando mucho entrenar y lo hace muy bien.

-La 15-16 fue tu tercera temporada en el Sevilla C. Y recuerdo que venía yo de ver al San Fernando en la primera jornada en Liga en Castilleja y te llamé por teléfono para decirte que el domingo siguiente volvías a jugar en San Fernando. Y entonces, ya muy preocupado, me dijiste que "creo que no será así Gaby porque hoy ante el Utrera me he lesionado hoy gravemente de la otra rodilla, la izquierda". Y estuviste 7 meses fuera del equipo después de que te operara un médico del Real Betis, el doctor Cansino.

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-Cansino era el doctor del primer equipo del Sevilla FC, pero creo que un familiar suyo, también traumatólogo, era el médico del Betis. A mí me operó el Cansino del Sevilla (risas).

Ya venía curado de espanto de la primera lesión, en la que tuve una recaída y tuve que operarme nuevamente del menisco. Al ser muy joven me quitaron muy poco del menisco, pero al final se deshilachó entero. Por eso, a través de un seguro privado que también lo pasaba el doctor Cansino, me operé de nuevo.

Era mi última temporada con contrato en el Sevilla y me la jugaba todo para intentar meter la cabeza en el Sevilla Atlético o en otro club, como hicieron Luis Pérez y Víctor Mena, que se fueron al San Roque de Lepe y al Real Jaén. Pero no se dio la cosa y me lesioné en el minuto 15 de la primera jornada de Liga contra el Utrera. Nuestro primer desplazamiento era a San Fernando y como presagiaba la lesión fue para largo.

-Regresaste 7 meses y medio después.

-Es que en esa última operación me reconstruyeron el menisco y entonces tuvo que cicatrizar. Me pegué dos meses con la pierna paralizada totalmente.

-Terminas tu contrato con el Sevilla FC y te marchas al Plasencia, en Tercera División, un equipo del que no tenemos buenos recuerdos en San Fernando de la temporada 99-00. Y allí coincides con José Mari, el hijo de Pepito.

-Eso fue un tema muy curioso. Aquel año las pasé canutas para encontrar un equipo porque después de la lesión había jugado dos ratitos y todos me querían a prueba. Y a mi edad te consideras un jugador, al menos, al nivel para esas categorías y no quería ir a prueba a ningún lado. Ahí sí puedo decir que tuve suerte porque Diego Pastelero era el entrenador del Plasencia, que me conocía de haberme enfrentado a él cuando era el seleccionador de Extremadura y conocía muy bien la cantera del Sevilla. No dudó en llamarme y le dio igual el tiempo que había estado parado por la lesión.

Cuando me llama y firmo fui a Plasencia y me dice Pastelero que en el equipo había dos chavales de Cádiz, uno era José y el otro Juan, que venían del Cádiz y del Balón. No tenía ni idea de quiénes podían ser. Y cuando llego al vestuario entró José y era José Mari, al que conozco de toda la vida, que es más pequeño que yo y al que tengo un cariño enorme. Es un tío estupendo, un pedazo de crack. Y a Juan lo conocí allí en Plasencia y curiosamente juega ahora en Los Barrios y nos metió el gol en la segunda jornada aquí en casa.

-En el Plasencia jugaste casi todos los partidos, pero te marchas al Écija Balompié y con el que debutaste en Segunda B en la temporada 17-18, pero las lesiones seguían amargándote la existencia.

-Ese año fue complicado porque el Écija, tras el ascenso a Segunda B, había mantenido a 15 ó 16 jugadores y el míster tenía muy claro el once. Era un buen grupo, con buenos chavales y allí coincidí con Juan Delgado y Abraham Arcos, dos delanteros que luego estuvieron en el San Fernando CD, y con Sergio Moyita, que estuvo en el Castellón y ahora en el Cartagena, y que era un espectáculo verlo entrenar y jugar. Y entre que físicamente no arrancaba por las lesiones y la falta de confianza me costó entrar en el equipo.

-Te llevaste un varapalo cuando el entrenador del Écija te dejó fuera de la convocatoria en el partido con el San Fernando, donde Gabi Ramos marcó un golazo desde su casa.

-Convocó a 19 futbolistas allí en el campo y me quedé fuera. Mi padre siempre ha sido muy azulino e, igualmente, iba a ir al partido jugara o no su hijo. Y si hubiera jugado no creo que mi padre quisiera que perdiera el San Fernando. Eso lo tengo claro (risas).

-Tu carrera termina precipitadamente tras la estancia en el Arcos y la Lebrijana.

-En el Arcos estuve con Pepe Bermúdez, al que conocía de mi etapa en el Cádiz CF. Sabía que venía de un año malo y de jugar poco en Écija. Ya era sub23 y quería tener minutos para vi era posible venir al San Fernando. Y es que ahora que ya estoy tranquilo te puedo decir que todos los años me postulaba para intentar fichar aquí, pero nunca lo conseguía.

Pensé que si hacía 38 partidazos en el Arcos podría producirse mi fichaje por el San Fernando, que era lo que más ilusión me hacía. Sin embargo, vuelta a lo mismo y en la segunda vuelta me rompí el cúbito y el radio, que me tuvo 4 meses apartado del equipo, y ahí decidí que no jugaba más. Ahí tenía 24 años y me había operado cinco veces, aunque nunca me he perdido un partido por una sobrecarga, una pequeña microrrotura o un esguince de tobillo. Yo no sé lo que es eso. Cuando me lesionaba, me lesionaba por derecho y tenía que pasar por el quirófano.

-Y nos queda tu paso por la Lebrijana.

-Allí firmé por mi padre, que me dijo que quería que siguiera jugando para recuperar la ilusión. Y lo hice en la Lebrijana, donde también firmó Pepe Bermúdez. Ya te digo que lo hice por mi padre, pero el colmo de los colmos fue que en un entrenamiento me dio un pinchazo y resultó ser una hernia inguinal. Me tuve que operar otra vez y estuvo otros dos meses parado. Entonces le dije a mi padre que hasta aquí ha llegado el fútbol.

-¿Habías dejado la carrera?

-Me matriculaba de pocas asignaturas y no avanzaba porque nunca iba en mi curso. Me apuntaba en cuatro y no aprobaba todas. Y es que al final tienes que entrenar y jugar y estás en otra cosa. Estás en un club que te paga un sueldo y tienes que responder bien. No puedes dejar el fútbol en segundo plano y tomártelo como un hobby. Al menos así entiendo yo las cosas en la vida. Me operé de la hernia el 10 de febrero de 2020 y dos meses después saltó el Covid y se lió la que se lío. Llamé al presidente de la Lebrijana y le dije que me quitaran la ficha y que no tenían que pagarme un duro, aunque estábamos al día. Quería centrarme en otra cosa porque ya tenía todas las titulaciones para entrenador, pero no era mi intención empezar tan joven en los banquillos.

-Empezaste en la temporada 20-21 en el San José Obrero de Jerez y como ayudante de Miguel Pérez, que hasta hace 2 ó 3 semanas dirigía al juvenil A del San Fernando CD en División de Honor. Y ascendéis a la División de Honor Andaluza cadete.

-Efectivamente. Miguel me llamó, después de coincidir en un Campus del San Fernando en la Junta de Deportes. Lo conocía poco, pero tenía muy buenas referencias de él, y sabía que yo quería entrenar. A pesar de su juventud lleva mucho tiempo ligado al fútbol base y trabajando muy bien. Aprendí mucho con él y yo también le aporté mi granito de arena. Fue un año estupendo y donde conseguimos el ascenso a la máxima categoría andaluza de cadetes. Es un año que siempre recordaré y en un club muy humilde y con gente estupenda.

- En la temporada 21-22 te hiciste cargo del cadete B del San Fernando CD, que arrancó tarde por el Covid. Fue tu estreno como entrenador en solitario y tras quedar campeón no pudiste jugar la fase de ascenso.

-Me llamaron Mateo y Claudio, los dos italianos que se encargaban de la cantera. Quedamos campeones, pero no pudimos jugar la liguilla porque descendió el cadete A a la misma categoría a la que podíamos subir nosotros. Fue con la generación del 2007. Una lástima.

-El año siguiente, la 22-23, empezaste con el juvenil B del San Fernando CD y al que dirigiste sólo ocho partidos (con sólo una derrota) ya que das el salto al filial de División de Honor Andaluza, entonces en Primera Andaluza, tras el cese de José Luis Otero. Te llegaba esa gran oportunidad después de sólo una temporada y ocho partidos como máximo responsable.

-Como persona de club, que es lo que me considero, estoy para lo que demande el San Fernando Club Deportivo. Empecé aquí porque pensaba que podía aportar cosas a los equipos de la cantera. David Vizcaíno, que cuando yo jugaba quiso ficharme para la cantera del Almería, había visto varios partidos del juvenil B y sabía como trabajábamos. Me propuso hacerme cargo del filial, pero tenía claro que conmigo tenían que venir Tati y Eu, y no dudamos en aceptar. Era una oportunidad bonita porque el filial es el mayor referente de la cantera del San Fernando CD y no podíamos decir que no.

-Tu debut fue con victoria ante el GE Bazán y acabó la primera vuelta como cuarto clasificado con 27 puntos. Y en la recta final ganasteis seis de los siete últimos encuentros y el filial fue campeón con 56 puntos y de los cuales 48 fueron contigo en el banquillo.

-Al no haber ascenso directo, en la semifinal perdimos 2-1 en Puerto Real y aquí ganamos 3-0. Y en la final el Trebujena se impuso 1-0 en la ida y en la vuelta goleamos 3-0.

-Aquel ascenso es tu mejor momento como entrenador.

-Fue el mejor momento, sin duda alguna, de mi carrera deportiva o de hombre de fútbol, como me considero. Esto de las categorías no es tan relevante y sí la influencia que tiene en la gente y ver cómo estaba aquel día, el 4 de junio de 2023, el campo de Bazán, fue algo precioso. Y seguro que los futbolistas no lo olvidarán en su vida tras lograr un ascenso en casa y con el campo a rebosar de público. Aquel partido me recordó el del día del ascenso ante el Utrera, con el gol de Canito, porque yo estaba en la grada. Por eso te digo que da igual la categoría, lo importante es la sonrisa que tenían los futbolistas y los aficionados. Para eso se dedica uno a esto y le echamos muchas horas.

-Aquel ascenso a División de Honor Andaluza llegó con 17 victorias, 3 empates y 7 derrotas, 54 puntos de 81 posibles y un 66% con Jaime Bugatto en el banquillo.

-Está bastante bien (risas).

-En la temporada pasada hubo algún momento que parecía que el filial podía estar en la pelea por otro ascenso, pero al final no pudo ser.

-En esta categoría hay 16 equipos y, como le comento mucho a los jugadores y a la gente de fútbol con la que estoy, y en 15 de ellos el 1 de agosto están los presidentes en el vestuario de cada equipo diciendo que hay que ascender, que están poniendo dinero y que si el Ayuntamiento... Son equipos muy profesionalizados y eso lo notamos muchísimo respecto a la Primera Andaluza. Hay equipos mucho más jóvenes y físicamente muy bien trabajados.

El año del ascenso hubo ciertos partidos donde en la primera vuelta persistía la igualdad, pero en el segundo tiempo nuestros jugadores volaban y solventaban los partidos. Era un plus respecto a los rivales, pero en la División de Honor ese plus lo tienen casi todos los equipos. Para mí es una Tercera División. Es la categoría en la que he jugado y la División de Honor Andaluza no dista mucho de ella. Es muy complicada y hay muchos equipos que son de los Ayuntamientos, con buenos presupuestos y jugadores que han estado en categorías superiores. Todo ello hace que las cosas no sean fáciles.

-Ahora queda un partido para acabar la primera vuelta y será el día 12 ante el Cabecense después de un mes parada la competición. Es algo no tiene ningún sentido.

-(Se encoge de hombros). No tiene ningún sentido, pero todo es porque hay sólo 16 equipos y no quieren que la Liga acabe en abril. La verdad es que el parón se hace largo y yo estoy deseando que llegue el día 2 para volver a entrenar, ponerme las botas y ver a los chavales.

-El San Fernando CD 'B' es ahora mismo décimo clasificado con 18 puntos y cuatro por encima de la zona de descenso. ¿Qué podemos esperar del filial en la segunda vuelta).

-Se verá a 20 ó 25 futbolistas que van a competir para intentar ser jugadores profesionales en el día a día. Van a salir al campo a darlo todo para intentar estar más cerca del primer equipo y del fútbol profesional. A nivel clasificatorio tú sabes que digo siempre, y ya suena a chascarrillo, que las notas se ponen en mayo, que es cuando acaba la Liga y podemos hacer una valoración de si pudimos dar más o menos. Por ello, ahora nos queda el día a día y tenemos 15 partidos donde vamos a salir a ganar. Luego, la clasificación nos pondrá donde nos tenga que poner y ojalá sea pudiendo hablar de futbolistas que han jugado con el primer equipo en Bahía Sur.

-Tres de tus jugadores ya lo han hecho en Segunda Federación, como son Vidal, Dennys Silva y Dieguito.

-Y tanto Juanma Escobar como Fran Guerrero han estado en varias convocatorias, como ocurrió también con el juvenil Álvaro Sánchez, que debutó en un partido fuera de casa.

-Recientemente me comentabas que esperabas recuperar a Matheo Sánchez y Pablo Jiménez para la segunda vuelta.

-Si me dieran un listado de jugadores que pudiera fichar para reforzar al equipo en la segunda vuelta no tendría ninguna duda de que los dos primeros que elijo son Matheo y Pablo. Con Matheo tenemos que ir más despacio, pero con Pablo ya podemos contar con más normalidad. Y cuando estén como aviones serán dos pedazos de incorporaciones.

-Jaime, vamos a ir terminando, pero tengo que hacerte la pregunta. Cuando escuchas a la gente decir que Jaime Bugatto debe ser el entrenador del primer equipo, ¿qué piensas? ¿Te consideras ahora mismo preparado para dirigir al San Fernando CD 'A'?

-Soy entrenador del San Fernando CD y, como te decía anteriormente, me considero un hombre de club y estaré donde considere nuestro presidente y nuestro director deportivo. Siempre estoy a disposición plena del club. Para entrenar mañana al primer equipo o al cadete A.

-Esperemos que se enmiende el primer equipo.

-Seguro que sí. En los tres últimos partidos ya dio mejores sensaciones porque, incluso, el equipo hizo un buen primer tiempo ante el Cádiz Mirandilla, aunque la derrota empañó las dos victorias anteriores. Estamos a tiempo de revertir la situación porque la Segunda Federación es la Segunda Federación para todo el mundo. Hay que currar día a día y creyendo en lo que pide el míster. Y estando juntos seremos capaces de levantar la cabeza.

-Jaime, que te vaya muy bonito en el 2025, a tu equipo, a tu familia y que tu padre se vaya recuperando.

-Un abrazo muy grande Gaby y Feliz Año. Y espero que los televidentes hayan pasado un buen rato con nosotros.