Rafael Carralero, feliz tras su clasificación para el Mundial de Medio Ironman que se celebrará dentro de un año en Marbella

-Rafael, ya pensando en la cita de dentro de un año en Marbella, pero detrás hay un trabajo tremendo para conseguir ese reto que te propusiste.

-Pues sí. Toda la preparación de este último año y la participación en distintas pruebas para, de esa manera, llegar en las mejores condiciones posibles, ha terminado con la última prueba en Marbella y donde logramos la clasificación para el Mundial de Medio Ironman.

-Participaste en tu grupo de edad, de 45 a 49 años, y fueron 3.000 los inscritos.

-Así es y finalizaron 2000 triatletas, que es la cifra oficial que han dado a conocer los organizadores.

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-En juego había 100 plazas para el Mundial de Ironman, repartidas entre todas las categorías y diez de ellas eran en tu grupo de edad.

-La de Marbella fue una prueba test porque es el mismo sitio donde dentro de un año tendrá lugar el Mundial. De ese modo, se testean todos los circuitos y se comprueba que todo está en orden. Por ello, ofrecieron cien plazas, entre hombres y mujeres y cada grupo de edad, según el número de participantes, tenían asignadas un número de plazas.

-Lograste el billete para el Mundial tras acabar décimo en tu grupo de edad y el nivel de los participantes fue altísimo porque había triatletas de todos lados.

-Son pruebas abiertas para toda España y a nivel europeo. Participaron muchos ingleses, franceses y alemanes muy bien preparados, que vinieron a conocer el circuito y a luchar por obtener una de esas cien plazas, que son muy golosas porque normalmente son entre 50 y 60. Ello ha provocado que el nivel sea altísimo porque lo normal, con los tiempos que yo hice, era estar entre los cinco o seis primeros, como hace dos años, pero terminé décimo porque la competencia ha sido muy alta.

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-Esta prueba en Marbella comenzó con 1.900 metros en natación, que al final fueron 2500.

-Cierto. Hubo un error en la colocación de las boyas, que la misma organización reconoció posteriormente. Que se equivoquen en 100 o 200 metros es tolerable, porque el margen de error es un 2%, pero es que fueron 600 metros más de lo previsto. Eso condiciona mucho la prueba porque se te va a 10 ó 12 minutos más.

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-¿Dónde compran los metros esta gente?

-(risas). Hoy en día con los GPS y los adelantos que hay son fallos que no se pueden permitir y la organización ha tomado nota. No es algo normal.

-Cuando estás en el agua y tienes en la cabeza que son 1900 metros y ves que se dispara a 2.500, ¿cómo te afecta al resto de la competición?

-Es algo que hay que saber gestionar, pero en mi caso tengo mucha experiencia porque son muchos años haciendo triatlón. En el momento que estás haciendo el circuito y hay un punto de giro ya te das cuenta que el tiempo se está yendo cuando todavía tienes que hacer el recorrido al contrario. Ya sabes que la distancia va a ser mayor y también lógicamente el tiempo. Y ello te obliga a regularte bien porque esos 600 metros de más lo puedes pagar al final. Ahí tiene mucho que decir la experiencia y tiré de ella. Me dije que aquello iba a ser duro y más largo, pero la natación es un segmento donde me defiendo bastante bien y al final me iba a beneficiar porque no es lo mismo nadar a 1:30 que a 1:45. Por ello, mentalmente le dí la vuelta a la situación y me dije que si estaba allí con los mejores y en el segmento de la natación podía sacar ventaja, pues había que aprovecharlo.

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-Luego fueron los 90 kilómetros en bicicleta, pero te voy a hacer una pregunta que siempre me he hecho. ¿Cómo controláis a vuestros rivales en la categoria? 

-Las salidas se hacen ahora por rolling star, es decir vamos saliendo por tandas y teniendo en cuenta el tiempo que estimes que vas a hacer en el segmento de natación. Y una vez que empieza la prueba hay una clasificación on line que tiene la franquicia Ironman y donde puedes saber tu puesto en cada momento. Para ello, tengo la ayuda de mi mujer y mis hijos, que me van informando del desarrollo de la prueba. En todo momento sabes donde estás y conocía que había salido del agua entre los cinco primeros y que estaba en disposición de competir por esa plaza para el Mundial. Cuando inicié el segmento de ciclismo ya sabía por donde iba la cosa. Además, en los dorsales vienen reflejados el grupo de edad de cada participante y cuando te rebasaba alguien podías saber de qué edad era. Te vas haciendo una composición de lugar de cómo va la prueba y donde los 90 kilómetros en bici era un recorrido muy exigente y duro. Tenía dos puertos, uno el de Ojen, que era una subida de 9,5 kilómetros y un total de 24 kilómetros en rampas que van subiendo y bajando y desde Coín hasta Ojen.

-El colofón fueron los 21 kilómetros en bicicleta entre Puerto Banús y Marbella, pero ¿cómo ibas situado al iniciar ese último segmento de la prueba?

-Cuando iba a empezar la carrera a pie, mi mujer me comunicó que estaba entre el puesto 15 y el 20 porque los tiempos están muy ajustados. Estamos hablando de que en segundos o en apenas un minuto hay 5 ó 6 participantes. Por ello, es importante que la transición la hagas rápidamente, es decir el paso por los boxes para dejar la bicicleta, ponerte las zapatillas e iniciar la carrera, ya que ese tiempo también cuenta. El segmento de bicicleta es el más débil que tengo y sabía que tendría que luchar muy fuerte en la carrera a pie para remontar esos puestos en esos 21 kilómetros.

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-¿Y cuál es el segmento donde mejor te defiendes?

-La natación y la carrera, donde hice el tercer parcial.

-Es que tus orígenes fueron en el atletismo.

-Cierto. De pequeño siempre hice atletismo en el colegio e, incluso, competí a nivel federado y ahí tengo una buena base. La natación también la entrené de pequeño en la Junta de Deportes con Miguel Gálvez y el ciclismo era lo que tenía un poco más olvidado porque de pequeño cogía mi bici, pero no entrenaba. Por eso es el deporte que me cuesta un poco más y la carrera a pie, dentro del triatlón, es lo que mejor llevo y de hecho pude remontar hasta conseguir la plaza para el Mundial.

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-Al llegar a la meta, ¿ya sabías que estabas clasificado?

-El último kilómetro lo hice a tope y esprintando porque sabía que la cosa estaba en segundos. Y al mirar la aplicación me lo confirmó, pero la ceremonia de clausura se hace por la tarde y donde los tres primeros clasificados se llevan su trofeo y se entregan las medallas a los clasificados para el Mundial.

-Tu tiempo final fue de 5 horas, 7 minutos y 58 segundos y acabaste en el puesto 140 de un total de 2.000 triatletas que terminaron la prueba. Es algo muy meritorio.

-Es que compito con gente de todas las edades, de 25 años, 30, 40, 50 y 60, pero la mayoría de los participantes son mucho más jóvenes que yo. Por ello, estoy muy satisfecho tras acabar entre los 140 primeros en una prueba de enorme nivel y donde peleé al máximo hasta el último instante.

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-En Marbella también participaron otros cuatro isleños como Alejandro Castañeda, Falele González, Manolo Remesal y Emilio Alconchel y de ellos, Alejandro estuvo muy cerca de acompañarte en el Mundial de Ironman.

-Tenemos un grupo de entrenamiento y quedamos para nadar, salir en bici o correr para que la cosa sea más amena. Es que son muchas horas de entrenamiento y para competir 5 horas tienes que entrenar entre 16 y 20 horas a la semana. Fuimos a Marbella a buscar la clasificación porque era una oportunidad única al ser el Mundial en Marbella, que tiene unas condiciones muy buenas para el triatlón. Yo lo conseguí y Alex Castañeda se quedó muy cerca de clasificarse, a sólo una plaza.

-Será tu segunda participación en un Mundial de Medio Ironman porque ya estuviste en el de Niza, en Francia, en 2019.

-Aquel año hice también la prueba de Marbella, que era clasificatoria para el Mundial, pero no lo conseguí porque no tuve un buen día y había un gran nivel. En ese momento no lo dudé, hablé con mi mujer y nos fuimos a Finlandia, donde había otra prueba clasificatoria y con un clima extremo. Y conseguí la última plaza, aunque entonces eran ocho en mi grupo de edad, para el Mundial de Medio Ironman de septiembre de 2019 en Niza.

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-También estuviste en el Mundial de Ironman de hace dos años en Hawai, que era un objetivo que tenías en la cabeza desde hace tiempo.

-Cierto. Yo empecé en el triatlón hace 19 años en la distancia corta, Sprint, como la que se celebra aquí en San Fernando. Luego pasé a la distancia olímpica, donde participé en competiciones a nivel andaluz y nacional, y más tarde la media distancia, buscando la clasificación para el Mundial de Hawai, que es la meca del triatlón. Con estas distancias tan grandes necesita mucho entrenamiento y preparación y, además, Hawai tiene sus particularidades como la humedad y los vientos. Me clasifiqué en Vitoria, cuatro meses antes, y pude participar en una prueba mítica.

-Ahora que ya tienes el billete empieza la planificación para el Mundial.

-A partir de enero comenzamos a entrenar un poco la base de natación y carrera a pie porque el invierno es más duro para salir en bici. Elegiré una serie de pruebas que te va sirviendo de aclimatación, entre ellas las de Sevilla, Posadas y posiblemente Vitoria, y para ir mejorando la forma física. Luego bajaremos el pico de forma, seguramente en julio o agosto, y a partir de septiembre volveremos a la carga con el último apretón.

-Vamos a cambiar de tercio. Tu hermano Fernando jugó en el San Fernando CD y creo que se retiró al final de la temporada pasada.

-Este año lo ha dejado y vive en Almería, donde tiene a su mujer y su hijo, y sigue ligado al fútbol como entrenador en un colegio de Almería, lo que le permite seguir con su pasión.

-Tienes un hijo que juega en el alevín de la Escuela Bahía, que no se pierde un partido del San Fernando CD y que el domingo pasado tiró de su padre para acompañarle y darle suerte al equipo isleño ante el Xerez CD.

-Exacto. Me decía, 'papá tienes que venir al partido porque es con el Xerez CD'. Me convenció y fuimos con unos amigos de Jerez. No iba al estadio desde que mi hermano jugó en el San Fernando CD.

-En la temporada 16-17 que se salvó en Segunda B.

-Así es. Fue en la última jornada contra el Linares y marcó un gol que, por cierto, me dedicó. Desde entonces no iba al estadio porque los fines de semana estoy muy liado con los entrenamientos y la familia. Mi hijo sí va a todos los partidos y coincidió que mi vuelta al estadio supuso el triunfo del San Fernando CD, que le hacía mucha falta. Fuí un poco talismán después de cinco partidos perdidos y me alegro mucho.

-Gracias Rafa por tu visita.

-A tí Gaby.